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David H. Tuggy Turner

Field Linguist

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David Tuggy T. — Lecciones para un curso del náhuatl moderno

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Lección 4

3. Estructuras básicas verbales (II)

Seguimos la descripción del verbo con consideración de los tiempos. Los verbos designan procesos, es decir, acciones, eventos, o estados que ocurren o permanecen a través de un período designado de tiempo. Cambiar el tiempo del verbo es cambiar la posición del tiempo designado con respecto al tiempo del hablar; es decir, el tiempo indica si el proceso designado tuvo lugar antes de que el hablante lo mencionara, o mientras, o después. Pero las categorías que llamamos tiempos del español o el náhuatl también tienen otros aspectos; en particular cambiarlos puede afectar la perfectividad del proceso designado.

El concepto de la perfectividad se introduce en la sección 3.4, y otros conceptos relacionados con el tiempo pretérito, que es perfectivo, se discuten en lo demás de esta lección (secciones 3.5-7). Los otros tiempos gramaticales se introducen en la Lección 5.

3.4 Perfectivo e imperfectivo

Perfectivo = hay cambio, límite(s)
Imperfectivo = sin cambio

Un concepto verbal es perfectivo si implica límites o cambios temporales en el proceso que designa. El verbo entrar del español es perfectivo; el proceso de entrar implica un cambio, y ese cambio implica límites temporales: se sabe cuando se empieza y cuando se deja de entrar. En contraste, un concepto verbal es imperfectivo si no implica cambio sino es homogéneo con respecto al tiempo designado, si cualquier instante que se escoge dentro del tiempo indicado es igual a cualquier otro. El concepto estar adentro es imperfectivo, porque indica un estado locativo que no cambia durante el tiempo indicado. Cualquier momento de estar adentro es igual al que le precede y el que le sigue.

Perfectivo
Pretérito, futuro
Imperfectivo
Presente, copretérito

En el náhuatl como en el español, el tiempo del verbo tiene implicaciones para su perfectividad. En español, por ejemplo, al decir lo sé, se indica un estado de conocimiento sin indicar su empezar ni su cesar: es decir es un concepto imperfectivo. Lo mismo se puede decir del náhuatl nikmati. En cambio, la forma lo supe, el pretérito de lo sé, es perfectivo, indicando que empezó el estado de conocimiento durante el tiempo especificado. Otra vez, lo mismo sucede con la forma pretérita náhuatl onikmat.

En general, los tiempos presente y copretérito (imperfecto) son, en el náhuatl y el español, imperfectivos, y el pretérito y futuro son perfectivos.

  Perfectivo * Imperfectivo ~~~~~~ 
no pasado  FUTURO PRESENTE
pasado PRETÉRITO COPRETÉRITO

 

3.5 El marcador del pasado o-; el adverbio yi/y- ya

o- pasado:
no usa k-;
no se suprime
excepto con an-

Muchos dialectos del náhuatl permiten o requieren el uso de un prefijo o- en los tiempos pretérito, copretérito y antecopretérito, o sea, en los tiempos pasados. En el nawatl de Orizaba es requerido. Su posición es inicial en la palabra, antes del prefijo del sujeto.[1]

o-ni-k-mat lo supe o-ni-k-mati-a lo sabía (yo)
o-mik murió o-miki-aya moría

 

El prefijo o- comparte con se- las idiosincrasias de que no sufre ni causa supresión vocálica, y que el prefijo de 3ª persona singular objeto tiene la forma ki- en vez de la esperada k- cuando viene entre o- y una raíz que empieza con consonante. Estas características, junto con su opcionalidad en muchos dialectos, nos indican que la ligadura de o- con la raíz no es tan estrecha como la de los otros prefijos.

o-ahsi-k llegó *o-hsi-k, *ahsi-k
o-ki-mat lo supo *o-k-mat

 

Sin embargo, cuando o- precede a an- Uds. (sujeto) o amech- a Uds. (objeto), normalmente sí se suprime.

ankichihkeh/??oankichihkeh Uds. lo hicieron
amechillih/??oamechillih les dijo a Uds.

 

yi / y- ya

Muchas veces se usa, juntamente con un verbo en tiempo pasado, el adverbio yi ya. A menudo este adverbio se convierte en prefijo, perdiendo su vocal por la presencia de o- o an-/amech-.

yi o-mik / y-o-mik ya murió
yi an-ki-chih-keh / y-an-ki-chih-keh ya lo hicieron Uds.

 

3.6 Tiempo pretérito

El tiempo pretérito del náhuatl, como el del español, indica acción del verbo en el pasado, y como ya se dijo, acción perfectiva. Diferentes verbos forman su pretérito en diferentes maneras. Hay que distinguir cuatro clases, que trataremos en las siguientes secciones. Una de las diferencias entre los dialectos del náhuatl es cuáles verbos pertenecen a cuál clase, y no es cosa rara encontrar que uno que otro verbo funcione en dos clases en el habla de un solo pueblo o aun de una sola persona.

-keh plural

En todas las cuatro clases, el plural se indica con el sufijo -keh.[2] Como veremos más adelante, -keh también se usa en el tiempo futuro. Podemos decir, entonces, que -keh es el plural de los tiempos perfectivos y -h de los imperfectivos.

3.6.1 Clase I: -k

Clase I: -k

Muchos verbos toman un sufijo -k para marcar su pretérito singular. La mayoría de estos verbos terminan en CCV,[3] o en VC1V, donde C1 es t, o tl, o k seguido por a. (Los verbos en Vki normalmente son más bien de la clase II.) También formas en -wi o -ya que significan el comienzo de un estado (9.4) pertenecen a esta clase. En las formas plurales el sufijo -keh no se le añade al -k sino que lo repone.

n-ahsi llego o-n-ahsi-k llegué
t-ahsi-h llegamos (pres.) o-t-ahsi-keh llegamos (pret.)
nech-toka me sigue o-nech-toka-k me siguió
xotla  quema  o-xotla-k quemó
solawi-h se ponen viejos o-solawi-keh se pusieron viejos

 

3.6.2 Clase II: pérdida de vocal final

Clase II: V ø

La clase II quizás tiene más raíces monomorfémicas que ninguna otra, y también muchas polimorfémicas. Todas estas raíces terminan en VCV. Para formar el pretérito, se quita la última vocal de la raíz. Para la forma plural, se le añade el sufijo -keh a esta raíz truncada.

ni-k-mati lo sé o-ni-k-mat lo supe o-ti-k-mat-keh lo supimos
miki-h mueren o-mik murió o-mik-keh murieron
nesi aparece o-nes apareció o-nes-keh aparecieron
ti-kochi duermes o-ti-koch dormiste an-koch-keh Uds. durmieron

 

La pérdida vocálica
produce alternaciones

Muchas veces la consonante descubierta por la pérdida de la vocal final sufre un cambio morfofonémico al encontrarse en posición última de sílaba. w o w se mudan a h, y puede transformarse en x o s, o m en n; m o n final puede mudarse en h, etc.

ni-k-chiwa lo hago o-ni-k-chih lo hice o-tik-chih-keh lo hicimos
seseya se enfría o-seses se enfrió o-seses-keh se enfriaron
yankuiya se renueva o-yankuix se renovó o-yankuix-keh se renovaron
tlami termina o-tlah/o-tlan terminó o-tlan-keh terminaron

 

Hay dos verbos comunes, nikpia tener y nikchia esperar, en que se produce una x cuando la a final desaparece. Esa x sería un resultado esperado de una y antes de la vocal final.[4] Si proponemos que la forma básica sí es piya o chiya, la regla de supresión de y, mencionada en la sección 1.3, nos puede explicar por qué se pronuncia ia. Aunque se escriban como que terminan en -ia, pues, postulamos que terminan en iya y por lo tanto no son excepciones a la regla que todos los verbos de Clase II terminan en VCV.

ki-pia lo tiene o-ki-pix lo tuvo o-ki-pix-keh lo tuvieron
ti-k-chia lo esperas o-ti-k-chix lo esperaste an-ki-chix-keh Uds. lo esperaron

 

En el nawatl de Orizaba las formas singulares del pretérito de esta clase II pueden opcionalmente tener un sufijo -ki. (El uso de -ki es común en los dialectos orientales del náhuatl, pero no ocurre en otras variantes.) Este sufijo es semejante al -tli absolutivo o el -tih plural de los sustantivos, en que si la palabra tiene tres sílabas, incluido el sufijo, lleva acento antepenúltimo (esdrújulo).[5] Sin embargo, si el acento caería sobre el prefijo o-, más bien se hace penúltimo (grave).[6]

toponi truena o-topon/otópon-ki tronó
nikoya lo desgrano o-ni-k-ox/oníkox-ki lo desgrané
tlami termina otlah/otlanki terminó (no se permite *ótlanki)

 

3.6.3 Clase III: -i(y)a y -o(w)a

Clase III: -ia y -ova

La clase más grande es la clase III, aunque la mayoría de sus miembros son raíces compuestas por un grupo relativamente pequeño de sufijos (ver la sección 9). Estos verbos tradicionalmente se han escrito como si terminaran en ia o en oa.

Las evidencias son complicadas, pero es muy atractivo un análisis que propone que las formas básicas terminan en iya y owa y que la desaparición fonética de la y y la w es resultado natural de su contexto. (La desaparición de y sería por la regla de supresión de y de la sección 1.3; la de w sería por una regla paralela.) En el nawatl de Rafael Delgado y otros pueblos de la región de Orizaba recibe apoyo directo en el caso de owa, porque se pronuncia muy claramente owa, w siendo, como hemos dicho, un reflejo sincrónico de w histórica.[7] Seguiremos la tradición bien establecida en el caso de iya, escribiendo más bien ia;[8] Pero no escribiremos oa sino owa, puesto que la w es tan claramente audible.

En pretérito se pierde -a;
aparece -ih, -oh

La a final de ia y owa puede considerarse como un morfema por separado, que aparece nada más en el tiempo presente (o quizás, según el análisis, en el copretérito también). Ya sea porque es un morfema que no aparece en el pretérito, o por la misma pérdida de vocal final que opera en la clase II, las formas pretéritas de los verbos de la clase III carecen de su a final. Más bien terminan en h, que sugerimos puede considerarse reflejo de una y o w básica.[9] Como siempre, la forma plural tiene el sufijo -keh, que ocurre inmediatamente después de la ih u oh.

ni-k-ihtowa lo digo o-ni-k-ihtoh lo dije
ni-ki-llia le digo o-ni-ki-llih le dije
k-ihtowa-h lo dicen o-k-ihtoh-keh lo dijeron
ti-ki-llia-h le decimos o-ti-ki-llih-keh le dijimos

 

Es importante darse cuenta que aunque estas formas singulares pretéritas terminan con h, esa h no es el sufijo -h plural que ocurre en el tiempo presente.

Los pretéritos singulares de la clase III no pueden tomar el sufijo opcional -ki como los de la clase II: es decir se prohiben formas como *onikíhtohki u *onikíllihki.

3.6.4 Clase IV: -h

Clase IV: -h

La clase IV consta de muy pocas raíces. Las más comunes son kua comer y mama cargar en la espalda.[10] La raíz pretérita se forma añadiendo h a la forma presente.[11] Esta -h pretérito se distingue del sufijo -h plural por su coocurrencia con o- pasado; contrástense en particular las formas lo comemos y lo comiste.

ni-k-kua lo como o-ni-k-kua-h lo comí
ti-k-kua-h lo comemos o-ti-k-kua-h-keh lo comimos
ti-k-kua lo comes o-ti-k-kua-h lo comiste

 

3.7 La raíz perfectiva

Una raíz parecida
a la pretérita
se usa con
algunos sufijos

En muchos casos, cuando a una raíz se le añade uno de varios sufijos, la raíz tiene forma truncada parecida a la forma pretérita, aunque no tiene significado pretérito. Esta raíz la llamaremos raíz perfectiva. Unos pocos ejemplos de su uso siguen: los sufijos se introducirán después (Lecciones 9, 11).

Clase I
ahsi llega ahsi-tok  está llegando
Clase II
miki muere ki-mik-tia lo mata
ki-chiwa lo hace ki-chih-tinemi anda haciéndolo
Clase III
k-ihtowa lo dice k-ihtoh-tok está diciéndolo
ki-llia le dice o-ki-llih-tiek le dijo (hon.)
Clase IV
ki-kua lo come ki-kuah-tiwitz viene comiéndolo

 

Como estos ejemplos demuestran, la raíz perfectiva para las clases II, III y IV es igual a la pretérita. Para algunos verbos de la clase I, también es igual a la raíz pretérita (que en este caso es igual a la presente también); sin embargo, a algunos verbos de los que terminan en VCV, se les trunca la raíz como si fueran de la clase II.

Clase I, sin cambio
o-ahsi-k llegó ahsi-tok está llegando
Clase I, forma truncada
o-choka-k lloró ki-chok-tia lo hace llorar

 

Resumen

Formación del Pretérito
Clase Clase I Clase II Clase III Clase IV
Prefijo Prefijo o- Prefijo o- Prefijo o- Prefijo o-
Cuáles
raíces
todas las CCV
algunas VtV,
VtlV, Vka,
-wi, -ya
VCV
n/m h
w/w
h
y
x, s
sólo, y casi
todas
-ia
-ova
-a
Pocos verbos:
nikkua
nikmāma
Supresión No suprime Suprime la
V final
Suprime (?)
-a / -va
No suprime
Sufijos -k sg
-keh pl
-ø / -ki sg
-keh pl
-h sg
-h-keh pl
-h sg
-h-keh pl

 


Vocabulario para la Lección 4
Ejercicios para la Lección 4


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Notas para la Lección 4

[1] Un paso crucial en la evolución del prefijo se- nosotros (sujeto) en RD fue la producción de formas como o-se-k-ihtoh lo dijimos, en vez de se o-k-ihtoh, donde la se viene antes de la o-, manifestándose palabra separada.

[2] No ha de ser accidente que -keh también termina en h, ni que empieza con k, como el marcador del pretérito de la clase II.

[3] Todas estas raíces, si perdieran su vocal final para formar el pretérito, como las de la clase II, se quedarían con dos consonantes finales. Esto nos explica, hasta cierto punto, por qué son miembros de la clase I.

[4] Contrástese con yankuiya arriba, en que se oye la y un poco más (probablemente por estar la i un poco más baja por la ku que le precede), y en que de todos modos la evidencia morfémica indica la presencia de y (el mismo morfema -ya incoativo (es decir, cambiar, empezando un nuevo estado) ocurre en yankuiya y en seseya enfriarse. Entre los casos en que no se oye la y están los verbos en -ia de la Clase III (3.6.3) y combinaciones como miki-ya (morir-copret) moría, pronunciado mikia (3.9).

[5] Es atractivo el análisis que dice que éste es el mismo sufijo -k del pretérito de la clase I, con la i introducida, y con aplicación del acento penúltimo antes de la introducción de la i.

[6] El contraste es paradójico, y demuestra claramente el estado intermedio de o-: o- puede llevar acento penúltimo (p.ej. o-tlah [ótɬa] terminó), lo que indica que sí forma parte de la palabra, pero no puede llevar el acento antepenúltimo, lo que indica que no es parte de la palabra (o-tlan-ki [otɬáŋkiʔ] terminó, no *ótlanki).

[7] En varios otros dialectos se pronuncian comúnmente iya y owa, con semiconsonante claramente audible. (Los que apoyan el análisis ia y oa responden que esto es una introducción de esas semiconsonantes, muy natural en su contexto, y que siendo predecibles, no son fonémicas.) El postular las semiconsonantes en estas terminaciones hace mucho más entendibles las alternancias morfofonémicas que existen (p.ej. la aparición de h donde se supone la y o w).

[8] Es también lo mismo que hicimos con los verbos en iya/ia de la clase II (nikpia y nikchia, 3.6.2).

[9] h es el reflejo esperado de w/w en posición final de sílaba: compárense okichih lo hizo y okichihkeh lo hicieron (de nikchiwa, 3.6.2) con okihtoh lo dijo y okihtohkeh lo dijeron. Para y, en cambio, se espera una x o quizá s: contrástense nikpia etc. en 3.6.2. con nikillia. Este es el dato más difícil para el análisis que dice que las formas básicas tienen y y w. Sin embargo hay evidencias que las reglas que convierten y a x o s son ancianas, moribundas, fosilizadas en unas pocas palabras, y que en otros casos la regla que convierte la y en h se va extendiendo.

[10] Los verbos ya(wi) ir y walla(w) venir se pueden considerar miembros de esta clase, aunque son irregulares (8.3).

[11] En algunos dialectos todas las formas tienen la h final. La evidencia diacrónica indica que originalmente estas raíces terminaban en w.


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Foto: el Pico de Orizaba (Istaktepetl)
visto desde la vecindad de Atlehuaya 
(Atlewaya), Veracruz.

 


Copyright (c) 1991 David Tuggy
Segunda edición Copyright (c) 2002 David Tuggy
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